
Thomas Marie Madawaska Hemy, The Corner Kick (El saque de esquina), 1895. Óleo sobre lienzo, 365,7 x 259 cm. Sunderland, Stadium of Light (Sunderland AFC). Foto: theresaeaston.wordpress.com
En el anterior post vimos que las mejores escuelas inglesas dieron una importante contribución al desarrollo del football, pero no le dotaron de un reglamento común. En la primera mitad del Ochocientos comenzaron a promover el football también las universidades; éstas hospedaban a estudiantes que provenían de diversas public schools y, por consiguiente, conocían sólo las reglas de la propia escuela. Para evitar peleas y discusiones, desde el año 1848 la Universidad de Cambridge empezó a fijar por escrito normas de juego que todos sus estudiantes habrían debido respetar. Dichas reglas permitían usar las manos para parar el balón (fair catch), pero no para llevarlo consigo, y prohibían zancadillas, agarrones y patadas en las espinillas. En resumen, el football de Cambridge era diferente al de Rugby y más parecido al que se practicaba en otras public schools, tales como Charterhouse, Harrow y Eton.
En los años Cincuenta, el football inició a difundirse también fuera de las escuelas y universidades. En el año 1857 un grupo de empresarios y hombres de negocios fundaron el Sheffield FC, el más antiguo club de football del mundo, que en 1859 publicó un reglamento basado en golpear la pelota. Cabe destacar que las reglas del Sheffield FC no nacieron de una public school o de una universidad, sino que provenían del football tradicional local. En un post anterior hemos hablado sólo del aspecto más espectacular del folk football, es decir de los gigantescos encuentros entre pueblos que se organizaban en los últimos días de carnaval. Sin embargo existían modalidades más ordenadas de folk football con equipos formados por un número definido de jugadores y reglas claras que cambiaban de un lugar a otro: partidos de este tipo están documentados en la zona de Sheffield ya desde el año 1648.
A pesar de que fueron publicados varios reglamentos, al inicio de los años Sesenta del Ochocientos el football se jugaba todavía de diferentes maneras en diversos lugares: en algunos era más parecido al actual rugby, mientras en otros al fútbol actual. Era una situación más bien caótica. Por lo tanto, once representantes de clubes londinenses se reunieron en la taberna Freemasons’s de Londres el 26 de octubre de 1863 con el objetivo de fijar unas normas comunes a todo el football. Las discusiones duraron semanas hasta que, el 8 de diciembre de ese mismo año, la mayoría aprobó un nuevo reglamento y fundó la Football Association (FA) inglesa, la primera federación de fútbol del mundo. Como ya hemos visto, no se adhirieron a la Football Association los equipos que permanecieron fieles a las reglas de Rugby.
En general, la historia del fútbol moderno suele datar su inicio con la fundación de la Football Association inglesa en el año 1863. Sin embargo, cabe mencionar que al inicio la Football Association tuvo poco éxito porque su reglamento, creado para contentar a todos, no agradó a casi ninguno. La mayor parte de los clubes ingleses prefería el football de Rugby por tres razones:
- era el juego de una importante public school,
- se había hecho famoso en todo el Reino Unido gracias al libro Tom Brown’s Schooldays del año 1857,
- sus reglas, a diferencia de aquéllas de la Football Association, habían nacido sobre el campo de juego y no en un bar.
En resumen, si en los años Sesenta del Ochocientos el fútbol se difundió en Inglaterra no fue gracias a la Football Association, sino por mérito del Sheffield FC. Como ya hemos visto, sus normas de juego provenían del football tradicional, es decir de un “juego jugado”. Se jugó siguiendo dicho reglamento la primera competición futbolística de la historia: la Youdan Cup de 1867 ganada por el Hallam FC. En el año 1867 fue fundada la Sheffield Football Association (SFA), que unía todos los clubes que jugaban según las reglas del Sheffield FC. Sólo en los años Setenta la Football Association se convirtió en la federación dominante gracias al éxito de la FA Cup, la más antigua competición futbolística existente, creada en la temporada 1871-72.

La FA Cup usada hasta el año 1910. Foto: Oldelpaso (CC BY-SA 3.0)
El auge de la Football Association junto con la crisis de la Sheffield Football Association llevaron a la unión de las dos federaciones y a la fusión de sus normativas en el año 1877. Hasta entonces, las reglas del Sheffield FC habían sido las más innovadoras y habían introducido las siguientes características del fútbol moderno:
- los partidos de noventa minutos,
- los equipos de once jugadores,
- el árbitro,
- el larguero (antes se colocaba una cuerda entre los dos postes),
- el golpeo de cabeza (en lugar del fair catch),
- el saque de esquina,
- el penalti.
Por su contribución a la historia del fútbol, en 2004 el Sheffield FC fue premiado con el FIFA Order of Merit, el más alto reconocimiento asignado por la FIFA: es el único club del mundo en tenerlo junto con el Real Madrid.
Después de la Football Association inglesa nacieron la escocesa (1873), la galesa (1876) y, finalmente, la irlandesa (1880). Las cuatro federaciones fundaron en el 1886 la International Football Association Board, órgano que custodia las reglas del fútbol a nivel internacional.
La clase obrera a la conquista del fútbol. El giro profesional en 1885 de la Football Association inglesa
Como el rugby, también el fútbol fue al inicio un deporte de élite. De hecho, en la primera mitad del siglo XIX, los trabajadores y los mineros ingleses trabajaban doce horas al día de lunes a sábado; el domingo era su único día libre y lo pasaban descansando, desde luego no jugaban a football.

Adolph Friedrich Erdmann von Menzel, Eisenwalzwerk (El taller de laminación de hierro), 1872-1875. Berlín, Alte Nationalgalerie
Sus condiciones de vida mejoraron gracias a varios Factory Acts, leyes del Parlamento que redujeron progresivamente la jornada laboral del sábado. En el año 1875 la mayoría de los trabajadores británicos trabajaba ya sólo media jornada el sábado: por primera vez, la clase obrera inglesa tenía tiempo libre para dedicar no sólo al descanso, sino también al ocio. Por otro lado, la expansión económica había traído un aumento de los salarios y, por lo tanto, los trabajadores podían permitirse ocio y diversión y, sobre todo, una alimentación mejor. En paralelo, cada vez más organizaciones filantrópicas o religiosas se comprometieron a mejorar la vida social en los barrios obreros. Entre los voluntarios que participaban en ellas, había ex-estudiantes de universidades y escuelas prestigiosas, que dieron a conocer el rugby y el fútbol también a los trabajadores. Fue sobre todo el fútbol el que tuvo más éxito porque, a diferencia del rugby, no requería de dotes físicas particulares para destacar. Además, era mucho más fácil de jugar. De inmediato, una masa de obreros y mineros comenzó a jugar al fútbol en los clubes que nacieron en los años Setenta/Ochenta en el norte industrial de Inglaterra. Los nuevos equipos no tardaron en convertirse competitivos: si desde la temporada 1871-72 hasta la 1881-82 vencieron la FA Cup sólo clubes londinenses de ex estudiantes de las public schools, a partir de la 1882-83 empezó el dominio de los equipos trabajadores del norte. En Inglaterra del norte el fútbol se encaminó rápidamente hacia el profesionalismo. Ya en los años Setenta los clubes del Lancashire habían comenzado a importar jugadores de Escocia, donde el fútbol estaba tácticamente más evolucionado que en Inglaterra. De hecho, mientras los ex alumnos de las public schools practicaban un juego basado en las acciones personales y la penetración central del portador del balón, los jugadores escoceses – muchos de ellos eran trabajadores – se pasaban la pelota y, de este modo, llegaban al tiro más fácilmente y conseguían hacer más goles. Los jugadores de origen obrero pronto llegaron a ser los mejores de la FA Cup, recibían con regularidad ayudas de los presidentes de los clubes, que – en contra de los principios del fútbol amateur defendidos por la Football Association – se reembolsaban en secreto sus gastos de desplazamiento y las horas de trabajo perdidas para entrenar. Empresarios e industriales estaban felices de invertir su dinero en el fútbol porque el éxito en una competición se había convertido en un motivo de orgullo para toda la comunidad que se reconocía en el equipo ganador. Los jugadores del club victorioso llegaron a ser auténticos héroes populares, que una multitud cada vez más numerosa deseaba ver en acción. Empresarios e industriales comprendieron enseguida que se podía obtener gloria y dinero de ésta situación y se comprometieron a garantizar al propio equipo los mejores jugadores y un estadio con más capacidad. Los intereses económicos en el fútbol eran ya demasiado grandes para seguir defendiendo su carácter amateur; por lo tanto, para evitar que los clubes del norte fundaran una federación independiente, en el año 1885 la Football Association inglesa tuvo que aceptar que sus afiliados recibiesen una compensación económica. Nacía entonces en Inglaterra la época del fútbol profesional.
Inmediatamente los clubes profesionales se dieron cuenta que, para mantenerse, necesitaban jugar muchos partidos importantes para llamar la atención de un gran número de aficionados dispuestos a pagar una entrada. Por lo tanto, en la temporada 1888-89, los principales clubes profesionales del noroeste y del centro de Inglaterra fundaron la Football League, un campeonato con partidos de ida y vuelta que se jugaba durante todo el invierno y se solapaba con la FA Cup.
Los dos mejores equipos de la época
The Corner Kick de Hemy, el primer cuadro conocido sobre el fútbol, está dedicado a un encuentro de Football League de la estación 1894-95. Se disputó el 2 de enero de 1895 en el estadio Newcastle Road Ground de Sunderland entre el Sunderland AFC y el Aston Villa FC: el primero había ganado la Football League en las temporadas 1891-92 y 1892-93, mientras que el segundo se había adjudicado la FA Cup en el año 1887 y la Football League de 1893-94. Los dos clubes eran los mejores de la temporada 1894-95 y ambos terminaron la estación con un éxito: el Sunderland AFC se adjudicó la Football League, el Aston Villa la FA Cup. El encuentro del 2 de enero de 1895 terminó con un espectacular empate a 4.
The Corner Kick fue comisionado por la presidencia del Sunderland AFC para celebrar la tercera victoria en la Football League a Thomas Hemy, que en la época vivía en Sunderland.
El Sunderland AFC entró a formar parte de la Football League en la estación 1890-91. Su directiva tenía un solo objetivo: hacer del Sunderland AFC el mejor equipo del mundo. Por esta razón, no escatimaron en gastos a la hora de contratar los mejores jugadores de fútbol que, ya habíamos visto, eran escoceses: el Sunderland AFC llegó a alinear en el campo a 10 escoceses de 11 jugadores. Los resultados se obtuvieron enseguida: en la temporada 1894-95 el Sunderland AFC era ya el club que había vencido más veces la Football League y se ganó el apodo de Team of All the Talents (equipo de todos los talentos).
El cuadro es muy grande (mide más de tres metros y medio de largo y más de dos y medio de alto) y está expuesto en la entrada principal del Stadium of Light de Sunderland. Está protegido por un cristal y lo rodea un marco dorado que, en el centro del lado inferior, tiene una esfera también dorada de las dimensiones de un balón de fútbol. Un poco más arriba, entre el marco y la tela, hay una franja de placas de marfil donde están grabados los nombres de los jugadores y de los dirigentes representados en el cuadro.

Foto: www.searlecanada.org
The Corner Kick está repleto de interesantes detalles para la historia del fútbol. En primer lugar, nos hace ver cuántos espectadores podían asistir a un importante partido en Inglaterra ya a finales del siglo XIX (el Newcastle Ground de Sunderland podía albergar hasta 20.000 espectadores). En segundo lugar, nos muestra un truco de la época para limitar los daños del hielo (el partido fue jugado el 2 de enero): entre el público y el campo de juego se ven grandes montones de paja, que entre un partido y otro, se disponían en el terreno para que fuese más practicable. Además, se ven once jugadores con la camiseta rojiblanca del Sunderland AFC porque, en aquel entonces, el portero no se distinguía todavía con una indumentaria de otro color.

Thomas Marie Madawaska Hemy, The Corner Kick (El saque de esquina), 1895. Sunderland, Stadium of Light (Sunderland AFC)
Como se puede observar, por aquel entonces el área del portero no era rectangular, sino que estaba formada por dos semicírculos que tenían el centro en los palos de la portería; el área de penalti estaba delimitada por una línea recta que cortaba el campo en horizontal y llegaba hasta las líneas laterales. Un último detalle interesante es el objeto que está en el suelo en primer plano: se trata de una espinillera de la época y se le acaba de caer de la pierna derecha al jugador del Sunderland AFC de espaldas en el centro de la tela. Como se puede ver, en la época las espinilleras estaban sujetas sobre las medias.
Desde el punto de vista estilístico, el cuadro presenta características similares a Football y a The Roses Match de Wollen, pero no la idéntica calidad. Hemy no era especialmente hábil en pintar la figura humana; sus jugadores de fútbol están más cohibidos que aquellos de rugby de la tela de Wollen. La especialidad de Hemy eran las imágenes de accidentes marítimos (véanse, aquí abajo, Wreck of the Birkenhead y Every Soul Was Saved).

Foto: www.searlecanada.org
De hecho Hemy tenía experiencia de desgracias de ese tipo: sabemos que nació en 1852 en un barco (el Madawaska) que iba rumbo a Australia y que pasó su juventud al servicio de la marina británica y estadounidense. El tema del hombre a merced del tormentoso mar no era nuevo en la pintura inglesa de la época; ya había dado altísimos ejemplos a inicios del Ochocientos Joseph Mallord William Turner, uno de los más grandes pintores de la época romántica, especialista en cuadros que mostraban una naturaleza alterada y amenazante. Aquél que quiera saber más noticias sobre Hemy que visite esta página web.

Joseph Mallord William Turner, The Pier of Calais (El muelle de Calais), 1803. Londra, National Gallery
Un homenaje al juego del fútbol y a sus nuevos héroes
Como hemos visto, The Corner Kick es un cuadro muy grande, tiene un valioso marco dorado y contiene, grabados en placas de marfil, los nombres de sus protagonistas. Estas características nos presentan a los jugadores y a los dirigentes del Sunderland AFC como héroes, cuyas obras merecen dejar constancia para la posteridad con todos los honores posibles. Si la directiva de un club tenía su parte de mérito en la victoria de un trofeo, es innegable que los verdaderos protagonistas fueran los jugadores. Éstos, como ya se ha visto, provenían en gran parte de la clase trabajadora, sobre todo aquéllos de los equipos del norte de Inglaterra. Aunque los jugadores de la época no ganasen como media mucho más que un trabajador especializado, encontraban en el fútbol una posibilidad de evadirse del duro trabajo de las fábricas. Sobre todo, el fútbol les daba la oportunidad de competir en igualdad de condiciones con exponentes de clases sociales más elevadas, de derrotarles y de ser aclamados como héroes por un público cada vez más numeroso. El cuadro de Hemy está dedicado especialmente a estos nuevos héroes de la clase obrera.
Si observamos bien el cuadro, nos damos cuenta que no es un simple homenaje a un equipo ganador, sino al fútbol en general. De hecho, representa una escena concreta del juego, un córner lanzado en el último ataque del Aston Villa FC, que tenía la necesidad de ganar al Sunderland AFC para alcanzar la cima de la clasificación. La enérgica reacción del Aston Villa FC es protagonista en el cuadro como la firme resistencia del Sunderland AFC. La celebración del ganador se une al respeto al adversario, que era una de las bases del código moral del football creado en las escuelas y en las universidades inglesas en la primera mitad del siglo XIX. The Corner Kick traslada ese código, nacido en ambientes elevados, al nuevo fútbol profesional inglés de finales del Ochocientos que, como hemos visto, era practicado en gran parte por los hijos de la clase trabajadora.
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