
Pablo Picasso, Compotier avec fruits, violon et verre (Frutero con violín y vaso), diciembre de 1912. Carboncillo, acuarela, óleo y collage de papeles impresos y coloreados sobre cartón, cm 65,2 × 50,2. Philadelphia, Museum of Art. Imagen: Philadelphia Muesum of Art
Compotier avec fruits, violon et verre (Frutero, violín y vaso) de Pablo Picasso (Málaga, 25 de octubre de 1881 – Mougins, 8 de abril de 1973), de finales de 1912, pertenece al género pictórico tradicional de la naturaleza muerta, como Dimanche de Zárraga y Stillleben mit Fußball de Nussbaum. En el plano artístico, representa una ruptura con las convenciones de su época porque es un ejemplo de collage, la técnica que Picasso y Braque, ya fundadores del cubismo, introdujeron en la historia del arte europeo en ese mismo 1912. Compotier avec fruits, violon et verre tiene una relación indirecta pero muy importante con el football (fútbol y rugby), como vamos a ver a continuación.
Antes de proceder al análisis de la obra, veamos lo que supuso la invención del collage para la cultura figurativa de la época. Empecemos por el primer collage de Picasso, Naturaleza muerta con rejilla de silla, de mayo de 1912, un lienzo oval enmarcado por una cuerda donde la pintura dialoga con un fragmento de lienzo encerado. Una obra así parecía un claro rechazo a la supuesta superioridad de las técnicas tradicionales, como la pintura al óleo, porque las ponía al mismo nivel que los objetos de la vida cotidiana más banal. Hacía que la imitación de la realidad pareciese completamente innecesaria porque la realidad podía entrar directamente en la obra de arte. Con el collage, también cayó el mito de la “mano del artista” que creaba imágenes gracias a su dominio de la técnica; ahora esa misma mano utilizaba pegamento, un producto industrial, para pegar objetos en la obra de arte. ¿Y qué pegaba? Materiales humildes, ordinarios, producidos en serie, como lienzos encerados y cuerdas, o símbolos de la cultura de masas, como anuncios y periódicos. El collage supuso una nueva revolución en el arte.

Pablo Picasso, Nature morte à la chaise cannée (Naturaleza muerta con rejilla de silla), 1912. París, Musée Picasso. Imagen: Collage
Los recortes de periódicos son frecuentes en los collages de Picasso; pegar partes de un periódico en una obra de arte no sólo tenía un propósito estético, sino que también permitía comentar la sociedad de la época y la manera en que la informaban los medios de comunicación. Cuando Picasso compuso Compotier avec fruits, violon et verre en París, en diciembre de 1912, las noticias de los periódicos no prometían nada bueno para los pacifistas como él. Desde hacía algún tiempo, el gobierno francés actuaba para contrarrestar el ascenso de la nueva gran potencia europea, la Alemania de Guillermo II, y junto con la Rusia zarista apoyaba los intereses de Serbia, Montenegro y Bulgaria en los Balcanes contra los imperios otomano y austrohúngaro, aliados de Alemania. El 8 de octubre de 1912, la tensión en la zona ya había escalado hasta desembocar en la Primera Guerra de los Balcanes, a la que seguiría una segunda que terminó el 10 de agosto de 1913. Ambos conflictos no resolvieron en absoluto los problemas de la zona balcánica: cabe mencionar que unos meses más tarde, el 28 de junio de 1914, nacionalistas serbios asesinarían en Sarajevo a Francisco Fernando, heredero al trono del Imperio austrohúngaro, provocando la chispa que desencadenaría la Primera Guerra Mundial. Volviendo a diciembre de 1912, el gobierno francés había acelerado la producción de armas y contaba con prolongar el periodo de reclutamiento obligatorio ante un previsible conflicto con Alemania y sus aliados. Hay que decir que otros países europeos también tomaban medidas similares en un clima de creciente nacionalismo; el ascendente espíritu bélico también implicaba al mundo de la cultura: “queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo”, había declarado unos años antes el poeta italiano F.T. Marinetti en su Fundación y Manifiesto del Futurismo traducido al francés y publicado en Le Figaro el 20 de febrero de 1909. En resumen, soplaban vientos de guerra sobre Europa cuando Picasso creó Compotier avec fruits, violon et verre.
A primera vista, Compotier avec fruits, violon et verre representa exactamente lo que dice el título: un frutero, un violín y un vaso, que vemos apoyados sobre una mesa redonda de bar parcialmente cubierta, abajo a la izquierda, por el respaldo de una silla. Todo ello nos recuerda a uno de esos cafés/cabarets populares donde poetas, intelectuales y artistas como Picasso podían socializar, escuchar música, beber vino barato y comentar las noticias en los periódicos puestos a disposición de los clientes. En esos contextos, la gente solía reírse de la cultura oficial transmitida por la prensa y hacía circular ideas más bien alternativas. Así pues, la música y los periódicos estaban muy presentes en esos lugares; no es casualidad que el objeto central de Compotier avec fruits, violon et verre sea un violín, mientras que los recortes de periódico desempeñan una importante función compositiva; son éstos los que configuran las formas de todos los objetos: el violín, el vaso, el frutero y la propia mesa. Obsérvese, en particular, cómo el cuenco del frutero está formado por un único recorte sobre el que destaca el anuncio del aceite de motor Vitesse, que significa velocidad en francés: la yuxtaposición de un lubricante para máquinas con un recipiente de comida sana como la fruta es deliberadamente irónica. Recortes de periódicos o de simples papeles animan la superficie de la obra y se combinan con la pintura y el dibujo para sintetizar lo mejor posible la descomposición formal cubista; obsérvese, por ejemplo, cómo Picasso consigue que lo sepamos todo sobre el violín: la forma de la caja de resonancia, su material, las clavijas de afinación, etc. Los recortes de periódico no sólo tienen una función estética, como ya se ha dicho, y no fueron elegidos por Picasso al azar; por ello no es de extrañar que esta obra haya sido interpretada políticamente por diversos estudiosos.
En general, se ha señalado cómo los principales periódicos franceses de la época, tras su aparente imparcialidad, difundían sutilmente entre la población la ideología nacionalista y probélica de las clases dominantes. Especialmente habilidoso en este sentido era Le Journal, que apoyaba la política exterior del gobierno con relatos tendenciosos de las mencionadas guerras balcánicas: Picasso incluyó algunos de ellos en Verre et bouteille de Suze de noviembre de 1912 para dar la vuelta a la tortilla y lanzar un mensaje pacifista. Sin embargo, la propaganda nacionalista y belicista también tuvo lugar de forma indirecta, al aumentar el espacio reservado a las noticias deportivas: la llamada Vie Sportive (Vida Deportiva) se consideraba, de hecho, una herramienta indispensable para fortalecer los cuerpos y las mentes de los franceses de cara a un posible enfrentamiento bélico. Los deportes de equipo, como el fútbol y el rugby, parecían especialmente eficaces porque, además de los beneficios ya mencionados, formaban a los jóvenes para actuar en equipo bajo las directrices de un “capitán”, preparándolos así para el Grand Match de la guerra.
Precisamente LA VIE SPORTIVE es el título del recorte de periódico más grande de Compotier avec fruits, violon et verre, extraído de Le Journal del 6 de diciembre de 1912, y que contiene noticias de varios deportes: carreras de caballos, automovilismo, aviación (que en aquella época se asociaba al deporte como se ve en L’Équipe de Cardiff de Delaunay), patinaje, rugby y fútbol. En la sección ecuestre, destaca la victoria de Primat en el prix Violon, que significa violín en francés: una referencia irónica al instrumento que ocupa el centro de nuestro collage. Le sigue una amplia sección sobre la actualidad de la aviación: el proyecto de monumento al coronel Renard, una lista de conferencias del aviador Jules Védrines, la formación de jóvenes pilotos militares y las exhibiciones aéreas de algunos pilotos famosos de la época. Luego pasamos a otros motores, los de cuatro ruedas, para recordar la feria del automóvil que comenzaría dos días más tarde. En la sección de rugby se informa de que el equipo nacional sudafricano acababa de derrotar por 19-0 a una selección del Ulster en la etapa de Belfast del ciclo de desafíos iniciado en Inglaterra en octubre de 1912; los “Afrikanders” pondrían fin a su gira europea el 11 de enero de 1913 en Francia con una victoria por 38-5 sobre la selección gala. En cuanto al fútbol, el artículo nos informa de que dos días más tarde se disputaría en el campo del Red Star Amical Club (el actual Red Star Football Club) de Saint-Ouen el tradicional partido anual entre los equipos parisino y londinense, que llegaba a su decimotercera edición (la crónica del partido, en Le Journal del 9 de diciembre, celebraría los progresos de los parisinos, que limitaron su derrota a un respetable 0-2). La siguiente sección sobre atletismo contiene en realidad los resultados de los partidos de los campeonatos escolares de fútbol y rugby; vemos que Louis-le-Grand tuvo un día desafortunado al ser derrotado 3-2 en fútbol por Physique et Chimie y 37-0 en rugby por Henry-IV. Hay que señalar que Picasso pegó el artículo LA VIE SPORTIVE al revés, tal y como hizo con las noticias de guerra en Verre et bouteille de Suze; esto parece dar la razón a quienes han visto en Compotier avec fruits, violon et verre una crítica a la ideología conservadora, nacionalista y beligerante transmitida por los periódicos a través del deporte.

Pablo Picasso, Compotier avec fruits, violon et verre (Frutero con violín y vaso), 1912. Philadelphia, Museum of Art. Imagen: Philadelphia Muesum of Art
Sin embargo, el deporte no parece ser el único blanco de Compotier avec fruits, violon et verre; en la esquina superior derecha vemos un gran recorte de periódico con parte del relato L’Apparition publicado por el escritor Frédéric Boutet en Le Journal el 9 de diciembre de 1912. Este es el resumen: en la casa de una señora adinerada se reúnen varios miembros de la alta sociedad, entre ellos un profesor universitario, para ver en acción a un médium que desde hace meses “hace aparecer” el espíritu de la hija fallecida de la dueña de la casa (a cambio de una cuantiosa suma, por supuesto). Durante la sesión, el profesor desenmascara al charlatán, pero en lugar de recibir el agradecimiento de los espectadores, es increpado a gritos por la señora, que le acusa de haber desterrado para siempre el espíritu de su hija de la casa. Nótese que entre el recorte de L’Apparition y el de las noticias deportivas aparece la inscripción URNAL, que sin duda recuerda el nombre del periódico Le Journal, pero también sugiere una yuxtaposición con la palabra URINAL, que significa urinario en francés. De este modo, Picasso pone al mismo nivel las prácticas deportivas y mediáticas. ¿Por qué razón? Hay que recordar que, en el París de 1912, a pesar del incremento de la sección de deportes en los periódicos, el deporte (y la aviación) seguían siendo coto reservado de personas con un nivel de riqueza similar al de los protagonistas del relato L’Apparition. En esta obra Picasso parece reírse de estas clases sociales – acomodadas, conservadoras y tendentes a apoyar la política nacionalista y belicista del gobierno francés – ya que coloca dos de las grandes pasiones de dichas clases – las sesiones de espiritismo y el deporte – bajo la etiqueta URNAL con la alusión escatológica que sugiere. Además de la “buena” sociedad francesa, la ironía de Picasso parece apuntar también a otro blanco; de hecho, no menos nacionalistas, beligerantes, amantes del deporte y de las máquinas (voladoras y de otro tipo) eran los futuristas italianos, que en febrero de ese 1912 habían organizado en París una exposición que suscitó no pocas polémicas.

Portada del catálogo de la exposición Les Peintres Futuristes Italiens en la Galería Bernheim-Jeune de París (5-24 de febrero de 1912)
En el catálogo, Boccioni, Carrà y sus compañeros se presentaban como los únicos intérpretes de un arte “violentamente revolucionario” y afirmaban poseer una sensibilidad “exaltada y multiplicada” que “ya había intuido las oscuras manifestaciones del espiritismo” (imposible no pensar en los protagonistas de L’Apparition). Además, los pintores futuristas afirmaban que querían “barrer todos los temas anticuados” para expresar su “vida arremolinada de acero, orgullo, fiebre y velocidad” (vitesse en francés) y que Picasso y los cubistas hacían un “academicismo disfrazado” y pintaban “lo inmóvil, lo congelado y todos los estados estáticos de la naturaleza”. Por tanto, también se puede interpretar Compotier avec fruits, violon et verre como la respuesta divertida e ingeniosa de Picasso a las provocaciones futuristas. Se trata, en efecto, de una naturaleza muerta – el género pictórico “inmóvil” y “congelado” por excelencia, típico de los “estados estáticos de la naturaleza” – que se burla de temas muy valorados por los futuristas – el “espiritismo” (el cuento L’Apparition), el deporte (el artículo LA VIE SPORTIVE al revés) la velocidad y el motor (el anuncio de aceite Vitesse en el frutero) – utilizando una técnica revolucionaria, el collage, que hasta entonces se había escapado a la “visión absolutamente futurista” y al arte “violentamente revolucionario” de los futuristas. Sin recurrir a proclamas grandilocuentes, en Compotier avec fruits, violon et verre Picasso expresa su opinión sobre diversos temas – políticos, sociales, mediáticos y artísticos – dejándonos entrar en su mundo cotidiano: nos lo imaginamos sentado a la mesa de su café/cabaret favorito frente a una copa de vino y un frutero mientras, entre una canción popular y otra acompañada por un violín, comenta con sus amigos – y con nosotros – las noticias que lee en los periódicos y las polémicas que animan el ambiente artístico de su época.
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